viernes, marzo 31, 2017

CRÓNICA DE UNA VIEJA PLAZA




PRELUDIO

Por esto la ciudad es un oasis lleno de desiertos.

Porque nos cubre un grito azul cuando amanece
y de tanto correr el agua sólo gana turbidez.

Porque de tanto camino la piedras también terminan en polvo
como el mendrugo de pan que pacientemente mastica el olvido.

Y porque algo nos falta para comprender
la mirada de un perro
que no ladra ni muerde.