miércoles, agosto 03, 2011

La piedra imán




XIX

No sé qué delirio me consume, no sé qué hambre; no sé qué indecible


/deseo.



No sé qué ansia, mortal y fantasmal, de volver a vivir lo vivido;



y mirar otra vez los ojos que han mirado, y los muertos que he mirado.



Ir otra vez al río, y tocar el agua, y subir a la colina,



en pos de la piedra que dormía y del secreto que soñaba.


Buscar con renovada perseverancia el rastro de hormigas misteriosas,



que se ocultaban en la palma de mi mano y que sabían mi destino.



Recobrar el ímpetu de los años juveniles, al soplo del invierno;


y con gesto transfigurado, inventar otra vez un mundo,



y lanzarme a los caminos, a los puentes y a los vientos,



en busca de la noche y de los cantos, de las lluvias torrenciales y de los


/estruendos del fuego,


Y volver a recorrer países interiores y ciudades ocultas, oscuras geografías


/y nebulosos despeñaderos,


en hospitalarios y lúcidos infiernos.

JAIME SAENZ
(poeta boliviano)